26.3.08

Sueños

Mis sueños conforman una pila poderosa cargada de ilusiones, de satisfacciones, de felicidad, de propósitos. Me invitan a honrar la vida, el camino que construyo a cada paso.
Me conectan con la magia de cada instante, de cada don que llevo intrínseco... ¿Cómo no desear obsequiar al mundo esos regalos recibidos en aquel soplo vital? Para eso fui creada, para eso he nacido.
Mis sueños convierten cada experiencia en oro. Cada momento brilla por la pasión del ser y hacer desde ellos... porque están hechos de la esencia profunda y verdadera del corazón.
Portándolos como banderas no existe lugar para el miedo. Me acompañan, me fortalecen, me energizan y me apasionan convirtiendo mi ruta en un fluir sin barreras, apoyándome en el camino de ilusiones que yo misma he construido en mi creación mental.
Situo las imágenes, les doy movimiento, las hago bailar e interactuar, abro los caminos de par en par, sueño a más no poder y soy libre.
Puedo CREER... y desde la acción puedo CREAR todo aquello que mis pensamientos puedan concebir. Mis sueños se traducen entonces en objetivos concretos y se convierten en la más bonita y vívida REALIDAD... la realidad que he dibujado con las formas, las sensaciones, los sonidos, los perfumes, los sabores y los colores más hermosos.
Mis sueños me recuerdan mi PARA QUÉ, mi SENTIDO.
Cada día abro mis ojos y recuerdo mi propósito, la esencia vital desde la cual estoy formada.
En el acechar constante de los fantasmas del temor, sólo necesito convocar a mis sueños, a confirmarlos.
Acuden velozmente en mi ayuda, mis estandartes, agua pura que brota a borbotones sin cesar de la fuente que le da significado a mi existencia.