17.10.07

Mis incondicionales

Amigas. Compinches ¿Hermanas? ¿Madres quizás? A veces hijas.
Son ellas, mis mujeres incondicionales. Multifacéticas.
Amigas... Es chispa. Es la alegría de la amistad compartida a través de palabras, colores, perfumes, texturas intercambiadas en el juego de niñas que elegimos jugar. Para recordar la inocencia, para re-encontrarnos con nosotras mismas mirándonos una en la otra. Para volver a lo "de hace mucho" que nos conecta con lo más esencial, el amor que logra todo, volviendo a lo básico, al inicio.
Hermanas... Es confianza. Te acepto como sos, porque te quiero y no quiero que cambies. Porque te quiero con tus bichos y tus mieles. Porque respiro felicidad a tu lado. Porque de imperfecciones estamos empapadas y esa también es la perfección de la vida. Porque las hermanas son para siempre... hermanas, para toda la vida. Hermanas de la vida, de todas las vidas.
Madres e hijas. Protección incondicional. Poder adquirido desde la serenidad del saber que estás. Seguridad absoluta de contar contigo siempre. Me refugio en tu regazo, me apoyo en tu hombro... y puedo descansar, puedo reír, puedo llorar.
Cuento contigo. Cuento con la multifacética posibilidad de tenerte a mi lado. Distancias físicas no existen, la luz del corazón amoroso lo es todo. Y así trascenderemos. No hay nada que temer.
Buscame allá en el otro lado, te voy a estar esperando.

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